No se despintó las uñas para dormirse, no
Y alguien sintió el miedo
de sus sueños deliciosos de sus idas
en otras noches de lunas suaves de caricias;
no se despintó las uñas para dormirse, no
y sus gemidos fueron caricias de sus lenguas
en donde miraba la plateada marea, dijo
Sus pieles se corren como sus telas se corren
y sus párpados se ondulan como sus sábanas la acarician
La mujer que lleva sus piernas desnudas
bajo enaguas de violetas almidonados
suspiró sus días perdidos sus caídas
y dejó que sus tobillos se mojaran con el aire
¿fue una gota de rocío la que le mojó las costillas?
¿Es la noche entonces un velo
o es el viento húmedo que nos lleva como el río?
Atajados de una aguja sedienta
hambrienta de sus mares oscuros
de sus hojas aciculares, de sus piernas raspadas
no me corras el pantalón de mis piernas, había dicho, que no
estoy en tus filos de hojas blancas
porque no seremos dos cuando el río se llene de espuma, porque no
son amaneceres los crepúsculos, son noches las profundidades
luna que aman las mareas de ojos triturados
intercostales estiradas, desgarradas, enrojecidas,
que no
serán las líneas que rompan tu rostro como agujas,
estamos los dos, sino idos en una caída que es corriente
que es cauce turbulento y calmo
que es ardiente, por que no
buscas entre tus huellas si quedó la paja sucia,
si estamos llenos de hollín en los huecos de las sombras
de luces de luna en palabras idas, porque sea
una huella llena de transpiración la que te pise
el pecho nuevo y te comprima la garganta
de uñas larga que clavan en los miedos de la espalda
No me duele, le dijo;
No se despintó las uñas para dormirse, no;
te arrastraron zarzas secas para quemarte viva, puta
dijiste; dijiste puta
dijo que no dijo él que se arremolinaba con los tiempos idos
te arrastraron por la arena bajo los pórticos, dijo sin más ella
que eras nada eras muerte tus ojos claros eran blancos eran povlo
eran nada que de nuevo que se perdía con su muerte
con su noche acobardada, con su vida de estirada en línea de millones de
/tornillos
era la puta la que gritaba no te vayasno te mueras, perro arrastrado de tus miedos,
no te escondas en las luces que te gritan si he de gritar
Grita pues una vocal extendida y que tu garganta se desdoble como llantos
perdidos en ocasos acaso que de acosos se dicen, buen día señorita
buen día señor ella a él le responde
sus jadeos me molestan por la noche calma que turbulenta sus ansiedades
y muestra un torpe insecto contra el vidrio limpio
deshecho de trizas en astillas de pañuelo
nuevos, de parteras sedientas, de sus manos sucias
donde volaban los pájaros de papel al mediodía sus polvos
a rayo de sol partido que entraba en oblicuidad por la ventana,
y sacabas de tu lengua un ala de membranas rotas,
de negras tus uñas clavadas en su espalda dura, de trémulas tristes de
/ miedos
no, no te despintaste las uñas para dormirtey cerrarse los ojos como tu boca, un hálito de tu sangre corrió por la
/sábana blanca
y él tocó tus voces con sus silencios que se perdíany era una espalda ciega sobre sus colchones que temblaba
al tiempo a sus idas si fueran lejos si fueran idas
de sus pieles donde su miedo buscaba darse vuelta con su cara
dormida en sombras y sonriéndole a los sueños
No se despintó las uñas para dormirse, no
y amanecía alba mía de mis noches perdidas
en recuerdos crueles o fatalidades renacidas, pues una línea de olores
que no
eran gotas de rocío ni eran llantos de cocodrilo
que noeran manos que acariciaban sino huellas de arena,
donde el tiempo volaba sus cálidas sábanas sobre párpados temblando, porque no
era la espuma de las mareas, de la luna
los amantes que dormían
sus sueños que se irían, entre sus manos que quedaban
no se despintó las uñas para dormirse, no.
S.